Un piloto se ve obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en el Sahara y pronto comprende que su vida está en peligro: se encuentra solo y con provisiones para pocos días. Desesperado por su situación, y tras haber pasado su primera noche en el desierto, a la mañana siguiente recibe una sorpresa cuando un niño lo despierta. Pero no se trata de un niño cualquiera: el principito conducirá al piloto en un viaje narrativo y filosófico a través del universo de la humanidad.
Antoine de Saint-Exupéry nos dejó la obra más traducida en la historia después de la Biblia, un cuento que ha dejado huella en millones de lectores en todo el mundo, y una experiencia filosófica para niños y adultos por igual.
Antoine de Saint-Exupéry (Lyon, 1900 - Mar Mediterráneo, 1944), fue un afamado aviador y escritor francés, mejor conocido por su clásico juvenil El Principito. Su primer cuento vio la luz en 1926, justo el año en que comenzó su carrera de piloto, disciplinas que a la postre hermanaría en los libros de gran éxito: Correo del sur (1928), Vuelo nocturno (1931) y Tierra de hombres (1939).
Tras el inicio de la Segunda Gran Guerra y al caer su patria de origen en dominio alemán, se aposta en Nueva York, donde escribe el controversial Piloto de guerra (1942) y El Principito (1943), un cuento infantil que se convertiría en uno de los mayores fenómenos literarios del siglo XX y que a la postre daría inmortalidad a su nombre.
Tras dos años de descanso en América, regresa al frente de guerra para volar con las fuerzas de la Francia Libre, y el 31 de julio de 1944 despega de un campo de aviación en Córcega para cumplir una misión de reconocimiento de la que ya no regresaría.